martes, 12 de abril de 2016

Extrañamente bien

Me siento rara escribiendo ahora que me siento feliz. Normalmente escribo cuando me siento triste, enojada o muy sentimental (más de lo normal)
Pero me siento feliz por alguna extraña razón. O quizás no es felicidad, pero me siento extrañamente bien.

Hace un par de años me veía horriblemente gorda, y no eran mis piernas ni mis brazos lo que me preocupaba, era mi panza, mi panza que no era perfectamente plana.
Nunca me había preocupado mi peso hasta los 16 años, ahí fue un boom, me veía en el espejo y veía una panza de embarazada de 4 meses. Recuerdo el sentimiento de verme al espejo y sentirme horriblemente gorda. De no querer usar ropa al cuerpo porque sentía que mi panza salía para afuera. Realmente, no puedo detallar más porque gracias a Dios no recuerdo mucho. Pero si recuerdo anotarme al gimnasio a hacer abdominales porque me sentía horrible a pesar de que yo, ¡ya hacía dos deportes más!
Recuerdo como veía a esas modelos que posaban tumbadas en la arena de costado y anhelar que mi panza también se viera perfectamente chata cuando me tumbara de costado.
Y recuerdo, y esto si que lo recuerdo perfecto 1 año como después un día de verano tirada en la cama jugando con el celular, me vi en el espejo y vi que mi panza también tumbada de costado, era como las de ellas.
Descubrí que lo que yo tenía no era gordura, no estaba obesa, quizás tenia 1 o 2 kilitos de más que había bajado ese verano, y un poco de flacidez en el estomago. Ese día fue todo un descubrimiento para mi, me empecé a sentir bien, me empecé a cuidar con las comidas (lo normal, intento no comer tanta chatarra y comer muchas frutas) porque a veces esa panza de embarazada ataca y no me gusta, pero no me vuelvo loca.


Hoy en día no me veo gorda, me considero flaca y soy una persona que si no hace ejercicio se vuelve una flaca sin gracia y sin forma. Mis piernas se vuelven escarbadientes y hasta me sale un poco de panza (por cierto, es mi mayor inseguridad) Así que ahora que no hago los deportes que hice durante toda mi vida (patín y natación, entre otros) decidí anotarme al gimnasio para ganar músculo.

¡Miren porque razón tan distinta quiero ir!

Cuando hacia natación o patín mis piernas seguían siendo flaquitas y sin mucho musculo, pero al menos tenían algo, imagínense después de meses de no hacer deporte lo que son ahora, escarbadientes, y no me gusta para nada.

Pensé mucho en publicar esto o no, porque sé que hay chicas que se sienten excedidas de peso. Pero después de meditarlo no veo porque esta mal que una persona flaca quiera cambiar eso y contarlo.
Es una buena forma de ver que hay chicas que también nos sentimos inseguras siendo flacas. Además quiero hacer un seguimiento de como voy en el gimnasio.

Esta entrada estaba muy vacía de contenido y por eso decidí aprovechar para contar cuando me sentía gorda, y lo dude. Pensaba: ''Es una entrada muy alegre, no quiero contagiarle mala onda''.- Pero me di cuenta que es un recuerdo, y si, es malo, pero lo supere, y ahora lo puedo contar como una historia de auto-superación, es decir, yo me volvía loca pensando que mi panza estaba horriblemente mal, y me di cuenta que tomando más agua y con calma iba a estar normal y me iba a sentir bien.

Hay muchísimas cosas que me hacen sentir insegura todavía físicamente (y lo que respecta a mi personalidad, también soy muy insegura de mi propia forma de ser, pero eso es otro tema) pero aprendí a calmarme y a no esperar resultados inmediatos.

Quiero dejar asentado esto por si algún día me vuelvo a sentir mal, quiero recordarme que no me tengo que volver loca. Y quiero recordarme como me sentía un día donde estaba extrañamente bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario